Cómo mantener los grillos en casa
Al comprar grillos, si no van a utilizarse inmediatamente, es recomendable sacarlos de la tarrina o de la caja de cartón en que vayan envasados y ponerlos en un contenedor más grande para que vivan más tiempo. Los contenedores más adecuados para mantener los grillos en cautividad deben tener las paredes lisas, una altura de unos 25 centímetros como mínimo y estar hechos de plástico o cristal. Pueden, por tanto, reciclarse acuarios, terrarios, transportines de reptiles o cajas de plástico grandes. En todos los casos, es preciso que puedan cerrarse bien para evitar fugas pero que, a su vez, estén bien ventilados ya que el exceso de humedad es perjudicial para los grillos. Lo aconsejable es que la humedad esté entorno al 60%. Normalmente el contenedor se ventila por la parte superior pero, si es alto, es recomendable hacer una ventilación adicional en la parte baja de uno de los laterales. En las superficies de ventilación es preferible poner rejillas metálicas porque los grillos acaban agujereando las de plástico y escapando, especialmente los Gryllus assimilis y los Gryllus bimaculatus de tamaño grande o mediano. Como sustrato de la grillera puede ponerse un capa fina, de unos dos milímetros, de serrín, cartón ondulado, papel o sustrato de fibra maíz o de coco a fin de absorber la humedad residual, los posibles olores y facilitar la limpieza. Para ampliar la superficie del contenedor y facilitar escondites a los grillos, lo más cómodo es utilizar cartones para huevos aunque también pueden utilizarse rollos de cartón, cartón ondulado enrollado, bolas de papel de periódico arrugado, etc. Al aumentar el espacio útil del contenedor conseguimos que los grillos estén menos estresados ya que son animales territoriales, que puedan hacer las mudas de forma más segura y reducir así la tasa de canibalismo y que, si por el hacinamiento el calor es excesivo, puedan alejarse unos de otros a fin ajustar su temperatura corporal a la temperatura ambiente. Al poner los cartones de huevos es preciso dejar un espacio libre para poner los comederos y el bebedero, en caso de darles agua. A su vez, si el contenedor se abre por arriba, resulta cómodo dejar de quince a veinte centímetros libres para evitar que se escapen algunos cada vez que lo abrimos. Por último, hay que colocar el contenedor en un sitio cálido pero nunca al sol. La temperatura ideal va de 20 a 30ºC, teniendo en cuenta que cuanto más baja sea la temperatura más tiempo vivirán los grillos y menos trabajo darán. Cuando la temperatura ambiente es baja podemos aumentar la temperatura del contenedor mediante focos o bombillas de calor, esterillas eléctricas o cables calefactores. No está de más poner un termómetro con ventosas dentro de la grillera porque el calor excesivo es tan perjudicial como el frío. No olvides limpiar el contenedor antes de poner nuevos grillos y mira periódicamente si hay grillos muertos. Si es así, retíralos y revisa si la instalación cumple las condiciones anteriores. No utilices insecticida en el lugar donde has puesto los grillos y evita la proximidad de otras mascotas que lleven collares, espray o pipetas insecticidas. Si necesitas información sobre la alimentación de los grillos o quieres saber cuanto viven puedes leer los artículos titulados ¿Qué comen los grillos? y ¿Cuánto viven los grillos? publicados también en esta sección de noticias. Fotografía: contenedor de Acheta domestica.