Cómo mantener el gusano de la harina en casa

El Tenebrio molitor, a diferencia de otros insectos utilizados como presa viva, suele venderse con poco o ningún alimento en el envase a fin de evitar problemas durante el transporte. Aunque los gusanos de la harina pueden pasar varios días sin comer, es conveniente alojarlos y alimentarlos de forma adecuada en casa porque su valor nutricional depende de la alimentación recibida. Para alojarlos puede utilizarse cualquier contenedor de plástico o cristal que tengamos. Si el contenedor tiene las paredes lisas no es preciso taparlo ya que las larvas no trepan y destapado está mejor ventilado. Como sustrato pondremos el pienso que les sirve como alimento, es decir, salvado enriquecido con copos de avena, pienso para gallinas, pollitos, gatos, perros o grillos y, si queremos acelerar su crecimiento, levadura de cerveza. Es suficiente con que la mezcla tenga un grosor de 2 o 3 centímetros. En vez de agua, es preferible darles una vez al día trocitos de zanahoria, patata, manzana o bien, agua en gel ya que no humedecen excesivamente la mezcla de harinas. Es importante retirar los trozos de fruta y verdura que no se hayan consumido para evitar malos olores, que se pudran y enmohezcan el sustrato o que atraigan otros insectos como la mosca del vinagre. Si durante el periodo de mantenimiento se genera mucha cantidad de excremento, el sustrato puede cribarse con un colador fino reponiendo después la comida consumida. Las larvas del Tenebrio molitor no tienen requerimientos especiales de luz pero los escarabajos molineros, al ser tenebriónidos la evitan. Por tanto, si tenemos escarabajos podemos poner hueveras en el contenedor para que puedan esconderse. La humedad debe estar en torno al 60%. De esta manera, evitamos que aparezca moho o ácaros en la mezcla de harinas y a la vez que facilitamos el proceso de muda de las larvas. Por lo que respecta a la temperatura, lo ideal es que esté entre los 20 y los 30ºC, teniendo en cuenta que una gran cantidad de larvas produce mucho calor propio. Según la temperatura a la que estén, las larvas del Tenebrio molitor crecerán más o menos rápido. Así, por ejemplo, a 27ºC se da una sucesión de generaciones en 10-12 semanas mientras que a 20ºC han de pasar unos cinco meses. Si la temperatura ambiente es excesivamente baja, podemos aumentarla mediante bombillas o focos de calor, esterillas eléctricas o cables calefactores. Otra opción es mantener las larvas del Tenebrio molitor en la nevera a unos 5ºC. A esta temperatura, las larvas reducen su metabolismo y tienen un mínimo desgaste energético. Aun así, es preciso sacarlas de vez en cuando, una vez por semana por ejemplo, a fin de que vuelvan a comer y a beber cuando aumente su temperatura corporal y con ello, su actividad física y metabólica reponiendo así sus reservas energéticas. Una vez alimentadas e hidratadas pueden volver a guardarse en la nevera. De esta manera, conseguiremos mantenerlas en su estadio larvario durante más tiempo. Fotografia: gusanos de la harina alimentándose.