Cómo nacen los grillos
Los grillos son animales ovíparos. En la naturaleza las hembras ponen los huevos en terrenos húmedos o en las raíces de las plantas, ya que la humedad mejora su tasa de salida. En cautividad es conveniente proporcionarles un recipiente de puesta relleno con fibra de coco, vermiculita o turba sin abonar que iremos humedeciendo periódicamente. Las hembras ponen los huevos a cierta profundidad a fin de que queden más protegidos. Para ello, utilizan el oviscapto u ovopositor es decir, el apéndice en forma de aguja claramente visible en la parte posterior del abdomen de las hembras adultas, entre los dos cercos. Es habitual que las hembras pongan los huevos grupos de 10 a 20, reinsertando de nuevo el oviscapto en una zona del terreno próxima a la primera puesta para hacer una nueva puesta. Según la especie, las hembras ovopositan de 150 a 300 huevos. Los huevos son blanquecinos, alargados y bastante grandes. Por ejemplo, los huevos de la Acheta domesticus miden unos 2-3 milímetros de largo y de 0,4 a 0,6 de diámetro. El periodo de incubación varía según la especie a la que pertenezca el grillo y la temperatura a que se encuentren los huevos. Por ejemplo, a 20ºC los huevos de la Acheta domestica tardan 21 días aproximadamente en eclosionar mientras que a 25ºC el tiempo se reduce a 14 días. Por lo respecta a las diferencias según la especie, si los huevos de la Acheta eclosionan a los 14 días a 25ºC los huevos de Gryllodes sigillatus maduran en 16 días a esta misma temperatura y los de Gryllus assimilis y Gryllus bimaculatus tardan unos 12 o 13 días en hacerlo. Tras la eclosión los grillos emergen del sustrato. En este momento son de color blanquecino y extremadamente delicados. Al cabo de una hora o poco más, su exoesqueleto quitinoso ya se habrá endurecido y el grillo recién nacido tendrá el color característico de su especie. Al ser insectos hemimetábolos o de metamorfosis incompleta, su aspecto es también muy similar al de los adultos, exceptuando las alas y el oviscapto en el caso de las hembras. Fotografía: ninfas de Acheta domestica recién nacidas.