La cria selectiva de abejas

Las abejas tienen un papel esencial en los ecosistemas porque contribuyen en la polinización de cultivos y frutos, que son los productores de la cadena trófica. El cambio climático, los pesticidas, las enfermedades y la desaparición o alteración de los hábitats naturales están reduciendo considerablemente el número de abejas y de insectos polinizadores en general. En Canadá, donde han perdido una cuarta parte de sus colonias de abejas desde 2007, han puesto en marcha Bee Omics, un proyecto que tiene como objetivo la cría selectiva de abejas. Leonard Foster, de la University of British Columbia, y Amro Zayed, de la New York University, dirigen este equipo de trabajo que pretende identificar los marcadores genéticos que permitan seleccionar abejas reina más aptas para producir colonias sanas y más resistentes a las enfermedades, mejor adaptadas al nuevo medio. Iniciativas como esta no resuelven el problema de fondo, que es la alteración del medio natural, pero permiten paliar algunas de sus consecuencias y ganar tiempo para tomar conciencia y desarrollar una solución global.