Grillos macho y hembra. Diferencias.

Los grillos presentan dimorfismo sexual es decir, variaciones físicas externas entre machos y hembras. Resulta sencillo distinguirlos a partir de las últimas mudas. A simple vista, las dos diferencias principales son el ovopositor y las alas exteriores. El ovopositor u oviscapto es un apéndice que tienen las hembras, a la derecha en la fotografía, en el extremo del abdomen que les permite poner los huevos bajo tierra a fin de protegerlos. Tiene forma de aguja hueca o de sable, motivo por el que todas las especies de insectos ortópteros que lo tienen se clasifican en el suborden Ensifera, que significa, precisamente, portadores de sable. El ovopositor empieza a ser visible como una pequeña protuberancia de color oscuro en las ninfas de tamaño mediano. Su tamaño va aumentando en cada muda llegando a medir unos dos centímetros en las hembras adultas. No hay que confundir el ovopositor con los dos cercos que tienen tanto machos como hembras en los dos extremos del final de su abdomen, y que actúan como órganos sensoriales. En el caso de las hembras, el ovopositor está situado entre ambos cercos. Por lo que respecta a las alas exteriores o tegminas, las de las hembras son más largas que las de los machos y cubren la totalidad de su cuerpo. Además, son lisas mientras que las alas de los machos son rugosas. Estas rugosidades son las que les permiten emitir su peculiar canto o estridulación al frotar una contra otra. Por tanto, únicamente cantan los machos y lo hacen para atraer a las hembras, que captan el chirrido mediante los órganos timpánicos que tienen en las tibias de las patas delanteras. Fotografía: macho y hembra de Acheta domestica.